La tercera noche de viernes del ciclo del folklore en el Teatro Martinelli de Victoria, contó con la presencia de “Wankani”. Este grupo interpretó obras del folklore andino y latinoamericano, abarcando de este manera un amplio mapa poético – musical, con canciones, autores e instrumentos de todo el continente.
El viernes 29 de mayo, Latinoamerica se hizo presente en Victoria, a través de la música y la poesía por intermedio de Wankani. Este grupo conformado por Pablo Kierman, Juan Agustín “Pitu” Piva, Orlando “Tato” Farías y Gustavo, Federico y Marcelo Vázquez, incurre en un repertorio que contempla varias regiones de nuestro continente. Ritmos del altiplano como el huayno, takirari, bailecito y Tinku, coincidieron en esta actuación con ritmos de fuerte influencia afroamericana como el landó o el candombe, y al joropo, trote o lamento. Así como hubo muchos ritmos reconocidos autores estuvieron presentes a través de sus interpretaciones como Chabuca Granda, W. Centellas, Mauro Núñez, Ricardo Vilca, Jaime Dávalos, Eduardo Falú y el chileno Víctor Jara. También hubo composiciones propias como “Día de sol” de Marcelo Vázquez, “Ocumazo” de Juan Piva y Federico Vázquez, entre varias más.
Sin dudas, algo para resaltar es la calidad interpretativa de cada uno de ellos y la ejecución de tantos instrumentos, puesto que todos se van intercambiando los mismos sin notarse prácticamente diferencias. Eso permite que haya varias clases de charangos, cuatro, guitarra, quena, siku, pinkullo, erke, bongó, bajo, violín, bombo legüero, maracas y otros tantos accesorios de percusión en escena. Como si esto fuera poco varios de esos instrumentos son hechos por ellos, Pablo Kierman los charangos y los vientos por Eduardo Vázquez.
Dicha presentación tuvo picos como cuando presentaron a “Manu, un amigo de San Andrés de Giles”, en flauta traversa con quien interpretaron la obra “Guanuqueando” del maestro Ricardo Vilca. La misma contó con una introducción inédita que el mismo Vilca les enseñó a algunos de los músicos.
También a la hora de presentar el tema “Charagua” de Víctor Jara, los músicos celebraron que en la semana se haya capturado al asesino de Víctor luego de 37 años. También hubo recordatorio para José Condorkanki, más conocido por todos como Tupac Amaru, por medio del tema de Navarro y Eduardo Ocaranza “Sangre de cóndor”.
“Sirviñacu”, “Chuquisaqueñita”, “Amalia Rosa” fueron parte del repertorio, que concluyó con el “Candombe de mucho palo”, aunque el público pidió más y hubo más.
Wankani significa “lugar donde el sonido retumba” o “lugar donde el canto abunda”, en el Martinelli el sonido retumbo y el canto abundo, hubo Wankani para todos.
Texto: Pablito Piris
Fotos: Rubén Gobetti (http://www.imagenesdelfolclore.blogspot.com/ )
Sin dudas, algo para resaltar es la calidad interpretativa de cada uno de ellos y la ejecución de tantos instrumentos, puesto que todos se van intercambiando los mismos sin notarse prácticamente diferencias. Eso permite que haya varias clases de charangos, cuatro, guitarra, quena, siku, pinkullo, erke, bongó, bajo, violín, bombo legüero, maracas y otros tantos accesorios de percusión en escena. Como si esto fuera poco varios de esos instrumentos son hechos por ellos, Pablo Kierman los charangos y los vientos por Eduardo Vázquez.Dicha presentación tuvo picos como cuando presentaron a “Manu, un amigo de San Andrés de Giles”, en flauta traversa con quien interpretaron la obra “Guanuqueando” del maestro Ricardo Vilca. La misma contó con una introducción inédita que el mismo Vilca les enseñó a algunos de los músicos.
También a la hora de presentar el tema “Charagua” de Víctor Jara, los músicos celebraron que en la semana se haya capturado al asesino de Víctor luego de 37 años. También hubo recordatorio para José Condorkanki, más conocido por todos como Tupac Amaru, por medio del tema de Navarro y Eduardo Ocaranza “Sangre de cóndor”.
“Sirviñacu”, “Chuquisaqueñita”, “Amalia Rosa” fueron parte del repertorio, que concluyó con el “Candombe de mucho palo”, aunque el público pidió más y hubo más.
Wankani significa “lugar donde el sonido retumba” o “lugar donde el canto abunda”, en el Martinelli el sonido retumbo y el canto abundo, hubo Wankani para todos.
Texto: Pablito Piris
Fotos: Rubén Gobetti (http://www.imagenesdelfolclore.blogspot.com/ )
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