Este chamamé que podemos oir en el reproductor: "Tarefero de mis pagos" cuenta en su letra el esfuerzo y las penurias de quienes cultivan la yerba mate, con lo que se prepara la bebida más popular del país: el mate. La yerba mate se cultiva en la región noreste de nuestro país, precisamente en la Provincia de Misiones y norte de Corrientes, quienes realizan este noble y arduo trabajo son llamados como dice el titulo de la canción "tareferos", quienes lamentablemente son explotados. Pero conozcamos un poco más de ellos y de su problemática, una de nuestras problemáticas, en este excelente informe extraído de la Revista Hecho en Bs. As.
TOMEMOS UNOS MATES
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PERCIBEN LA MITAD DE LO QUE ESTABLECE LA LEY POR SU TRABAJO, TRABAJAN DE SOL A SOL PARA HACER UNA PAGA MINIMA: SON LOS QUE CULTIVAN LA TAN POPULAR YERBA MATE. ANALÍA LORENZO SACO SU BOMBILLA RECIEN LUSTRADA PARA CONTAR COMO HACEN LOS AGRICULTORES DEL SECTOR YERBATERO PARA HACERLE FRENTE A LOS GRANDES MOLINOS. EN TANTO, OTROS PRODUCTORES, NO SE RESIGNAN Y ENCARAN UNA QUIJOTADA CON UN PROYECTO DE COMERCIO JUSTO. Y CON PAGA JUSTA.
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Ponés el agua, tirás la yerba del mate anterior. Ponés yerba nueva. Colocás la bombilla. Esperás a que el agua ´cante´ como decían en el pueblo, y cebás unos mates. ¿Alguna vez se te ocurrió pensar cuánto dinero reciben los que cosechan la yerba?... Bien: es así: de los dos pesos que pagás por el paquete de yerba mate elaborada en el supermercado, 80% queda en el bolsillo de los que se ocupan de la comercialización final. En otras palabras: con tus dos pesos en realidad pagás la comodidad de comprar la yerba en el supermercado o en el almacén de la esquina, si es que todavía queda alguno en tu barrio. Mientras tomás unos mates, enterate cuál es la realidad de quienes cosechan la yerba.
Los yerbales argentinos se extienden mayormente en la provincia de Misiones y al norte de Corrientes. Sólo uno por ciento de los productores de yerba mate tiene campos de cultivo que superan las 100 hectáreas; 18% cuenta con parcelas de más de 10 hectáreas y 81% poseen chacras de menos de 10 hectáreas que generalmente coinciden con zonas antiguas, de bajo rendimiento y de economías familiares.
Para estos pequeños productores, la mano de obra es el recurso más importante ya que además van a la zafra con su familia. Eso nos cuenta Ángel Fernández Corda, director de la escuela rural nro. 479 Angel Gallardo de la provincia de Misiones.
Los tareferos de la yerba –zafreros, cosechadores- suman unos 40 mil. Según la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), 15 mil se encuentran “en el borde de la supervivencia” y la gran mayoría trabajan en negro.
Los tareferos trabajan desde muy pibes, desde que están en condiciones de salir a la chacra hasta muy mayores cuando las fuerzas ya no les dan.
La UATRE estima que en Misiones hay 100 mil niños (entre 9 y 14 años) que trabajan en tareas rurales, y si bien no cuenta con datos precisos, Carlos Cardoso, secretario general del gremio, señaló que unos 25 mil niños están vinculados a los yerbales.Los tareferos van a la zafra en familia porque el jornal es tan bajo que con un par de manos no alcanza para comer. Perciben unos 15 pesos por tonelada, la mitad de los 30,6 pesos que establecen las leyes. Y para levantar mil kilos tienen que pasar tres días, laborando de sol a sol.
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EL PRECIO JUSTO
El escenario de la yerba es el siguiente: en el comienzo de la cadena de producción hay unas 25 mil familias que viven de la producción de la yerba. Sin embargo sólo 12 empresas concentran el poder de compra de esa producción.
Gran parte de la producción –se estima entre 20% y 30%- no se puede colocar en el mercado y los productores que pueden vender lo hacen a precios bajísimos.
Un kilo de yerba para el consumo equivale a 3 kilos de hoja verde cosechada. Fernández Corda habla de “dádiva” cuando nombra lo que le pagan en dinero al productor: “hace más o menos doce años que se les paga entre 5 y 8 centavos por kilo de hoja verde al dueño del yerbal. De eso, la mitad va al tarefero”. En los últimos años la situación se agravó cuando el precio del kilo de hoja verde tocó el piso de los 2 centavos que se pagan a 120 y 180 días.
Por eso, muchos productores tuvieron un ingreso bruto anual de 700 pesos, y debieron cubrir gastos varias veces superiores, cuentan en el Centro de Comercialización Campesina e Indígena (CeCoCaI).
Luego de la cosecha, el campesino traslada las hojas al Secadero, donde se hace el canchado (se tritura) y se estaciona la yerba. “Ahí, la mano de obra es el 50% del costo”, cuenta Luis De Bernardi, consultor técnico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA).
Hay 50 grandes molinos, de los cuales 12 son centrales, que pagan 0,39 centavos por la yerba canchada. En la elaboración final –molienda, zaranda, clasificación y empaquetado- el costo de la yerba mate asciende -según la Asociación Rural Yerbatera Argentina (ARYA)-, a 0,63 centavos. De ahí a los dos pesos del supermercado, sin escalas.
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DIME QUE YERBA COMPRAS Y TE DIRE QUIEN ERES
“Las cadenas de supermercados determinadas casi en forma unilateral precios y condiciones de pago”, indica De Bernardi.
Entre los gastos que se negocian entre los molinos y las empresas distribuidoras está el pago del derecho de ingreso y permanencia en exposición del producto, lugar y centimetraje de góndola que ocupa, ofertas, repositores, pautas publicitarias, etc. A estas demandas sólo pueden acceder los 12 molinos que acaparan el mercado y agravan la realidad del sector que muestra a sólo tres empresas, que suman 50% del total de las ventas al público.
“Que un puñado de empresarios siga decidiendo por la suerte de 25 mil familias productoras de yerba mate, que las sigan excluyendo y entonces no tengan posibilidades de acceder a la atención médica ni a la educación y que deban seguir vendiendo su esfuerzo por un plato de comida cada vez más chico, es algo que debería tratar de modificarse”, opina Miguel Angel, del CeCoCai, un centro comercializador que agrupa 300 familias productoras a través de la Cooperativa Río Paraná, afiliada al Movimiento Agrario de Misiones (MAM). La “Río Paraná” envasa la yerba mate y la vende en Buenos Aires a través del CeCoCaI con la marca “Titrayjú”, nombre que se forma con la primera sílaba de tres palabras claves para un proyecto de comercio justo y solidario: “Tierra, Trabajo y Justicia”. El MAM dio impulso, además, a 42 Ferias Francas misioneras a través de las cuales, 2600 familias pueden vender directamente su producto. En este contexto, los tractorazos que comenzaron en 2001 y continuaron en 2002 bajo la consigna de “un precio justo” para la materia prima (hoja verde y hoja canchada) lograron que se ponga en marcha el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que fijó nuevos precios para la hoja verde y canchada. Nada de esto se cumplió todavía.
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MATE SIRIO
Al poco tiempo de querer prohibir “el vicio” de tomar mate, los jesuitas supieron reconocer por los menos dos cosas: que el mate “permitía a los aborígenes remar una canoa durante largo tiempo sin tomar otro alimento" -según registros de la época, y que cuidando la explotación, manejando el ciclo biológico y su cultivo, estaban frente a un producto de gran valor económico. Así, cada reducción contó con un yerbal propio. Los jesuitas manejaron la producción dentro del Virreinato y exportaban al Perú y a la Capitanía General de Chile otorgando, en algunas ocasiones, ganancias mayores a la exportación de cueros vacunos.
Luego de la expulsión de los jesuitas en 1757, recién en el siglo XX la reorganización de los yerbales y su comercialización exterior fueron posibles. A razón del importante flujo inmigratorio de principios de siglo, en los años ’30 el mate desembarcó en Yabrud, Siria, para convertirse en hábito local. Tal es así la tradición que se creó en ese país lejano, que Siria es hoy el primer destino de exportación de yerba argentina. Durante 2000, casi el 50% de las exportaciones en dólar tuvieron a Siria como destino. Este país y –en menor medida Chile- dan mayores ganancias para las empresas ya que compran el “producto elaborado” a un precio mayor que la materia prima (yerba canchada) que compran Brasil, Uruguay y Paraguay.
Sin embargo, la exportación apenas absorbe 16% de la producción, unas 40 mil toneladas, con un valor estimado en 23 millones de dólares. Los especialistas coinciden que falta promocionar el producto tanto para estimular el consumo interno -que se estima en 7,5 kilos anuales per cápita- como el externo. Mientras la yerba sigue su rumbo verde por el país, la población hormiguea entre plantaciones, con la esperanza de trabajar, de una vez por todas, por un precio justo.
FUENTE: Revista Hecho en Bs. As. Visite su Sitio web: http://www.hechoenbsas.com
TAREFERO DE MIS PAGOS (Chamamé)
(letra y música: Héctor Chávez~Félix chávez)
Empezó la zafra y la madrugada
te a de encontrar, allá en el yerbal
ponderando el filo de tu machete
en un sapukay, lindo de más.
La esperanza verde
que la tijera pone a tus pies
es reflejo fiel
de la tierra roja
fecunda y hermosa
que te vio nacer.
Empapado de sudor
o tiritando de frío
cargás el baita raido
del sino que Dios te dió.
En tu día mi canción
quiere llenarte de halagos
tarefero de mis pagos
orgullo de mi región.
Tarefero de mis pagos
orgullo de mi región.
te a de encontrar, allá en el yerbal
ponderando el filo de tu machete
en un sapukay, lindo de más.
La esperanza verde
que la tijera pone a tus pies
es reflejo fiel
de la tierra roja
fecunda y hermosa
que te vio nacer.
Empapado de sudor
o tiritando de frío
cargás el baita raido
del sino que Dios te dió.
En tu día mi canción
quiere llenarte de halagos
tarefero de mis pagos
orgullo de mi región.
Tarefero de mis pagos
orgullo de mi región.
Termino la zafra
nada ha cambiado
seguís igual
con tu carayá.
Reviro y cocido hasta la carpida
de un mandiocal
o algún maizal.
Cuan cambito seco
prendes de nuevo otra ilusión
en algún galpón
y su llama ardiente será
confidente de tú corazón.
Que fácil te acomodas
con lonadas y pellones
en el galpón de los peones
o al calor del barbacuá
En tu día mi canción
quiere llenarte de halagos
Tareferos de mis pagos
orgullo de mi región.
Tareferos de mis pagos
orgullo de mi región
nada ha cambiado
seguís igual
con tu carayá.
Reviro y cocido hasta la carpida
de un mandiocal
o algún maizal.
Cuan cambito seco
prendes de nuevo otra ilusión
en algún galpón
y su llama ardiente será
confidente de tú corazón.
Que fácil te acomodas
con lonadas y pellones
en el galpón de los peones
o al calor del barbacuá
En tu día mi canción
quiere llenarte de halagos
Tareferos de mis pagos
orgullo de mi región.
Tareferos de mis pagos
orgullo de mi región
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GLOSARIO:
Yerbal: plantación de yerba mate
Sapukay: grito del hombre de la región.
Baita Raído: bolsa con hojas de yerba mate cortadas que cargan los tareferos en su espalda.
Carayá: restos de comida que quedan en el fondo de la olla, que se aprovechan al día siguiente.
Reviro: Comida típica de la región hecha con harina, sal y grasa.
(Mate) Cocido: infusión de la yerba mate.
Mandiocal: plantación de mandioca, planta tuberculosa originaria de la región, en otros países latinoamericanos a la mandioca se la llama yuca.
Cambito: tallo chico y seco, por lo general de la planta de yerba, que se usa para encender fuego.
Barbacuá: forma tradicional y artesanal de secar y tostar la yerba mate a fuego de leña.
Publicación dedicada a los tareferos amigos de la Provincia de Misiones, a Luis A. Votroba: escritor y es quién lleva adelante el emprendimiento de la yerba mate "Titrayjú" junto a su hermano.
2 comentarios:
Pablito, hay un tango que se refiere a nuestra rica infusión, y dice: "... Soy de ese barrio de humilde rango, yo soy el tango sentimental, soy de ese barrio que toma mate bajo la sombra que da el parral..."
Un abrazo!
qué hermosa letra de lacanción que publicaste, me emocionó,mi abuelo fue tarefero...
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