En el mes de junio se produce el solsticio de invierno, del 21 al 24. Para los pueblos originarios significa el comienzo de un nuevo ciclo y un nuevo año. La noche del 20 de junio se festeja la Fiesta del Sol, denominada Inti Raymi, año nuevo indígena. Se agradece a la Pachamama todo lo obtenido y se hace un balance de los objetivos que se plantearon para ese año, entregando al fuego lo que ya se cumplió.
Los Pueblos Andinos del Tawantinsuyo, desde siempre creen en el poder Divino del Sol, el Tata Inti (Padre Sol), creador de la vida sobre la tierra y de las bondades de la Pachamama (Madre Tierra). En su cosmovisión, se da la íntima relación Pachamama, Hombre y Sol. Es por ello que el 20 de junio se festeja el Inti Raymi (Fiesta del Sol), en agradecimiento y promesa al Tata Inti. Los antiguos sabios, comprendieron que en el devenir del mundo, hay un momento en que todo vuelve a comenzar y le rindieron culto.
Este día no es elegido al azar, sino que en el ciclo de los días y las noches, el Camino del Sol señala la noche más larga (solsticio de invierno). Esa noche se ruega y se hacen ofrendas para que el nuevo ciclo pueda comenzar, mediante una fogata, se calienta a la Pachamama para ayudarla a llamar al Inti, el antiguo padre que preside todo lo que vive en el aire, el agua y la tierra. Este año nuevo, que trae la noche más larga, el nuevo ciclo solar es recibido con bailes, comidas, bebidas, bandas, músicos y diálogos. Los ancianos más respetados instruyen al resto sobre su origen, su comunidad y su compromiso con las formas de vida y su relación directa con la naturaleza.
Cuando las fogatas dejan paso al Inti (sol), todos se vuelven a él y reciben sus rayos con los brazos extendidos, con emoción, y levantan las manos con ofrendas de agradecimiento.
Esta festividad es común a muchos de los pueblos prehispánicos de Los Andes, y que seguramente es anterior a la formación del Imperio Incaico.
El Inti Raymi fue prohibido por el Virrey Francisco de Toledo en el año 1572 por considerarla una ceremonia "pagana y contraria a la fe católica", pero igualmente se siguió celebrando de manera clandestina.
Este gran Festival, que antes duraba varios días, se sigue practicando y representando para conmemorar la llegada del solsticio del invierno en algunos pueblos andinos.
Ver nota en: www.raicesdelfolklore.com.ar
2 comentarios:
Siempre resulta interesante volver a hacer memoria de la fuerza con que permanecen las creencias antiguas. ¿Son, quizá, las nuevas -Catolicismo, por ejemplo- algo más que recreaciones y actualizaciones de otras anteriores?
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Manuel
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