Así como las nuevas tecnologías nos permiten interactuar con personas de sitios lejanos, o como las fluctuaciones de los mercados financieros mundiales afectan a distintas economías regionales en el mundo, la música y la poesía también pueden unir los pueblos. Sonidos, ritmos, costumbres y palabras de “pequeñas aldeas” pueden manifestar que en el fondo todas son similares. Peteco Carabajal es un artista que en su reciente trabajo “Aldeas” consiguió eso. En el Teatro Ateneo, presentó este trabajo que mezcla obras de Spinetta, Serrat, Rubén Blades, Homero Manzi y Atahualpa Yupanqui entre varios autores. Que va desde La Banda hasta el Mediterráneo y que amalgama los acordes de una guitarra eléctrica con el retumbar de un bombo legüero en una trabajada armonía.
Desde su pequeña “aldea” que es La Banda, Peteco hace un viaje 
musical que tiene paradas en la vida del peón de campo, de un loco de un barrio cualquiera o de dos enamorados que se encuentran en una plaza; y que recuerda a grandes personajes de nuestra cultura, al tiempo de remontar pandorgas y del difícil trabajo de los hacheros.
Ese hilo, esa relación está presente en la obra de Peteco y así se reflejó en el Ateneo. El primer tema que Peteco interpretó fue justamente “Aldeas” que narra viejas y nuevas costumbres de la vida en su Santiago, no es casualidad, primero hay que conocer lo de uno para luego interiorizarse en las demás realidades.
La “milonga del peón de campo” de Atahualpa Yupanqui es un merecido homenaje a la gente que trabaja el campo y también un merecido recordatorio a la obra del autor. “Padre de mi corazón” recuerda al queridísimo Carlos Carabajal padre de Peteco. En “Mediterráneo” de Joan Manoel Serrat, Peteco muestra su amplitud musical y comentó “hace muchos, muchísimos años atrás cuando nada existía Santiago del Estero era un mar” y bromeó “aunque algún Carabajal seguro ya habría”. “Perdón” es un tema de Teresa Parodi que narra las penurias del hachero al tener que talar el monte para ganarse el pan.
Acompañado por Demi Carabajal en batería, su hijo Homero en guitarra, Daniel Patanchón en guitarra de nylon y eléctrica y Martín Ulrich en bajo, Peteco a veces con su guitarra criolla y en otras ocasiones con su violín al hombro, interactuó con la gente, contó el porque de cada tema y se mostró cómodo durante las dos horas y media que duró su presentación.
En “Vida” de Marcelo Mitre y Demi Carabajal, Peteco anticipó “este es el tipo de chacarera que se está haciendo ahora en Santiago del Estero”; en “Añatuya”, la intención fue rescatar una obra de Homero Manzi a Santiago. Un momento muy emotivo se palpitó en “Entidad musical” una especie de homenaje a todos los músicos que se han ido, mientras cantaban, en una pantalla gigante que estaba montada como fondo se veían imágenes de Carlos Carabajal, Carlos Gardel, Atahualpa Yupanqui, Chango Nieto, Luca Prodan, Jacinto Piedra, Ástor Piazzolla, Tita Merello y el Cuchi Leguizamón entre varios músicos que pasaron y fueron recordados en ese momento.
“Siempre que se canta se le canta al amor pero hay canciones que hablan expresamente del amor” dijo Peteco y así “Sebastián” de Rubén Blades, “Como siempre a las tres” de Demi Carabajal y “Oh Melancolía” fueron muestra de ello. “Chacarera del Tucu”, “Los libros de la buena memoria” del Flaco Spinetta, “Tiempo de pandorgas”, “Ofrenda de chacareras” y “Flor de cenizas” completan la obra “Aldeas” que presentó integra en el Ateneo.
Luego hubo lugar para dos invitadas, Laura Ros “La Buri” y Graciela Carabajal; “ellas dos expresan mi idea musical, hay muchos cantores que son buenos y están representados en ellas” dijo Peteco que agregó “son dos estilos completamente distintos pero que comparto en la expresión”. Hasta en el detalle de las invitadas también cierra esta idea de “Aldeas”.
Para el final y luego de la presentación de las invitadas que estuvieron a la altura de las circunstancias, Peteco interpretó viejos y reconocidos temas como “Fortuna, fama y poder”, “La estrella azul”, “Digo la mazamorra” y en compañía del “Chinito” la zamba “A mis viejos” y la chacarera de Demi “Solo pa’ bailarla”.
“Con nuestra sonoridad tratamos de mostrar distintas aldeas” sentenció Peteco, un resumen perfecto de lo que fue su actuación.
musical que tiene paradas en la vida del peón de campo, de un loco de un barrio cualquiera o de dos enamorados que se encuentran en una plaza; y que recuerda a grandes personajes de nuestra cultura, al tiempo de remontar pandorgas y del difícil trabajo de los hacheros.Ese hilo, esa relación está presente en la obra de Peteco y así se reflejó en el Ateneo. El primer tema que Peteco interpretó fue justamente “Aldeas” que narra viejas y nuevas costumbres de la vida en su Santiago, no es casualidad, primero hay que conocer lo de uno para luego interiorizarse en las demás realidades.
La “milonga del peón de campo” de Atahualpa Yupanqui es un merecido homenaje a la gente que trabaja el campo y también un merecido recordatorio a la obra del autor. “Padre de mi corazón” recuerda al queridísimo Carlos Carabajal padre de Peteco. En “Mediterráneo” de Joan Manoel Serrat, Peteco muestra su amplitud musical y comentó “hace muchos, muchísimos años atrás cuando nada existía Santiago del Estero era un mar” y bromeó “aunque algún Carabajal seguro ya habría”. “Perdón” es un tema de Teresa Parodi que narra las penurias del hachero al tener que talar el monte para ganarse el pan.
Acompañado por Demi Carabajal en batería, su hijo Homero en guitarra, Daniel Patanchón en guitarra de nylon y eléctrica y Martín Ulrich en bajo, Peteco a veces con su guitarra criolla y en otras ocasiones con su violín al hombro, interactuó con la gente, contó el porque de cada tema y se mostró cómodo durante las dos horas y media que duró su presentación.
En “Vida” de Marcelo Mitre y Demi Carabajal, Peteco anticipó “este es el tipo de chacarera que se está haciendo ahora en Santiago del Estero”; en “Añatuya”, la intención fue rescatar una obra de Homero Manzi a Santiago. Un momento muy emotivo se palpitó en “Entidad musical” una especie de homenaje a todos los músicos que se han ido, mientras cantaban, en una pantalla gigante que estaba montada como fondo se veían imágenes de Carlos Carabajal, Carlos Gardel, Atahualpa Yupanqui, Chango Nieto, Luca Prodan, Jacinto Piedra, Ástor Piazzolla, Tita Merello y el Cuchi Leguizamón entre varios músicos que pasaron y fueron recordados en ese momento.
“Siempre que se canta se le canta al amor pero hay canciones que hablan expresamente del amor” dijo Peteco y así “Sebastián” de Rubén Blades, “Como siempre a las tres” de Demi Carabajal y “Oh Melancolía” fueron muestra de ello. “Chacarera del Tucu”, “Los libros de la buena memoria” del Flaco Spinetta, “Tiempo de pandorgas”, “Ofrenda de chacareras” y “Flor de cenizas” completan la obra “Aldeas” que presentó integra en el Ateneo.
Luego hubo lugar para dos invitadas, Laura Ros “La Buri” y Graciela Carabajal; “ellas dos expresan mi idea musical, hay muchos cantores que son buenos y están representados en ellas” dijo Peteco que agregó “son dos estilos completamente distintos pero que comparto en la expresión”. Hasta en el detalle de las invitadas también cierra esta idea de “Aldeas”.
Para el final y luego de la presentación de las invitadas que estuvieron a la altura de las circunstancias, Peteco interpretó viejos y reconocidos temas como “Fortuna, fama y poder”, “La estrella azul”, “Digo la mazamorra” y en compañía del “Chinito” la zamba “A mis viejos” y la chacarera de Demi “Solo pa’ bailarla”.
“Con nuestra sonoridad tratamos de mostrar distintas aldeas” sentenció Peteco, un resumen perfecto de lo que fue su actuación.
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